No sé, por poner un ejemplo, es muy difícil no hacer tonterías si se tiene que proyectar el enésimo centro de interpretación de la naturaleza en cualquier lugar de España, o un museo de arte moderno más en cualquier ciudad media.
Las imágenes del Metro Cable de Caracas (izquierda), proyectado por Urban Think Tank, o de las viviendas en Iquique, en Chile, del arquitecto Alejandro Aravena (debajo, y una entrevista aquí), publicadas en el libro recién editado Contemporary Architecture in Latin America son elocuentes.
El Metro Cable es una iniciativa de transporte público novedosa, de gran interés paisajístico y urbano, que reúne todas las condiciones para ser paradigma de lo sostenible, al igual que las viviendas de Aravena (en las imágenes de abajo), por la inteligencia de su planteamiento al dejar que la arquitectura se vaya haciendo ella sola con el tiempo y el uso en lugar de imponer una forma cerrada que luego tiene que ir rompiendo el usuario como puede para vivir en ella, como ocurre casi siempre.

