Hace unos años cerró la última ferretería que había en la madrileña calle Fuencarral, otra de las antiguas carreteras de salida de la ciudad que ahora es una arteria comercial. Pasaba yo por allí a diario y me puse a hacer fotos de su fachada, «al modo del personaje de Harvey Keitel en la película Smoke, aunque con un pelín menos de constancia y precisión», como atinadamente escribió un periodista de El País. Durante los meses que estuvo el local en busca de inquilino, anuncios de eventos y acontecimientos fueron empapelando las espaciosas lunas de sus escaparates, formando un curioso reflejo de la vida del barrio. Al final se instaló en el establecimiento una cadena de ropa interior femenina, Women’Secret, las bragas sustituyeron a las chapas metálicas en su fachada.